miércoles, 21 de marzo de 2012

cien fuegos horizontales

ni inicio ni fin

los apuntes temporales se desdibujan, las referencias espaciales se mezclan y diseminan y se va tejiendo un orden disyuntivo, azaroso, inesperado, configurando una deriva hecha de fragmentos de toda condición

indecibles que son presencia en su retirarse, regiones organizadas alrededor del vacio
…de remisiones, ecos, resonancias, ritmos

a la escucha de un presente sonoro que tiene que ver con el espaciamiento mismo de su resonancia, su dilatación , su reverberación…

se construye al tiempo que se deshace,..
observa mientras construye

…simple lienzo donde se dejan rastros como arañazos, materias sobre nada…aunque los senderos no sean visibles, aunque estén sin trazar o que no tengan fin o que de repente se corten

un lugar de paso del mundo haciéndose , deshaciéndose

podemos destruirnos...y al mismo tiempo construirnos? Estamos aquí para este movimiento ?

“no llegan a ser nunca movimientos rotundos, sustanciales, ni del todo plenos y no por lo que les falta sino por el faltar que ofrecen”

quien juega, realmente, es el propio juego


…arrojar el cuerpo al vacio


“el observador se situa en el límite, en el espacio intermedio entre el vacio .El observador en la línea de base, que no es línea, sino un lugar imperceptible, una suspensión”

en los bordes aceptamos la indeterminación

escuchar el intervalo del sentido

…ponerse a la escucha
















percibir el misterio de la velocidad imperceptible, tocar la forma infinita del misterio.