martes, 6 de enero de 2009

nada en blanco

el peligro de interpretar esa nada, ese nihilismo como una carencia (ausencia de sentido) y no como una potencia,
moverse sobre nada se despliega cada vez sobre una hoja en blanco,apoyando ese nihilismo blanco, en potencia y no un nihilismo oscuro cómo carencia,

el sentido que surge de la experiencia se tendrá que ir renovando a partir de cada una de ellas,

el sentido como aquello que ha de ser practicado porque no se detiene

el sentido como aquello que hay que hacerlo, no como aquello que se tiene que reconocer , que
encontrar

el sentido no sólo como experiencia estética, sino también en el sentido epistemológico (un lugar común en la cultura contemporánea occidental),
en esta epistemologia de la acción (en su construcción) hay una semilla revolucionaria,
esta carencia de sentido dictado, de valores dados, es la revolución que tiene lugar,
un sujeto con un potencial revolucionario, però habrá que gestionar los equilibrios entre la fatiga que comporta esta renovación constante y la revolución que a su vez conlleva,

el pertenecer al mundo occidental, comporta una relación dificil con el sentido, (quizás si fuésemos un poco más zen no tendriamos estos problemas de relación con el sentido)

la experiencia pide margen para desarrollarse improductivamente, sin tenerse que teorizar,

el proyecto de Shopenhauer, nace a partir de esta paradoja, cómo liberar la vida, la experiencia, de la necesidad de hacer sentido, de destilar sentido y dejar que la vida viva (clara tendència orientalista)

apuntes- Martí Peran

límite del sentido

un cuerpo, cuerpos... (daniel alvaro)

nuestra tradición, al menos desde Platón y el surgimiento del cristianismo, no concibe y ni siquiera imagina algo que no sea el "cuerpo significante", es decir, el cuerpo sometido al orden del sentido.(...) Impotencia del discurso para pensar el cuerpo sin por ello significarlo(...) Impotencia del discurso para hacer justicia a la evidencia del cuerpo.(...)
Para hablar del cuerpo se necesita acaso un discurso completamente distinto.Uno capaz de hablar a partir del cuerpo y no simplemente del cuerpo.Un discurso que antes de producir o dar sentido al cuerpo lo afecte en toda su extensión y por lo tanto en su existencia misma.(...)
"¿Cómo entonces tocar el cuerpo, en lugar de significarlo o de hacerlo significar?"
Un nuevo punto de partida para pensar el cuerpo.Lo que sobre todo no quiere decir pensar otro sentido, otro significado o una nueva interpretación del cuerpo sino más bien pensar el cuerpo como interrupción del sentido.

Cuerpo es precisamente el límite del sentido: el extremo más allá del cual somos impotentes para articular un discurso con sentido."El cuerpo es donde se pierde pie".Po eso mismo, para hablar o para escribir a partir del cuerpo, para darle ya su vez reconocerle el lugar que nunca habrá tenido en el discurso, el sentido ha de ser abandonado a su propio exceso.Esta es toda la cuestión y el programa mismo de la escritura de un corpus.Ni relato, ni tratado, ni discurso, más bien "haría falta un corpus:un catálogo en lugar de un logos".Haria falta un corpus de una infinita simplicidad: nomenclatura desperdigada de los cuerpos, lista de sus entradas, la recitación misma enunciada desde ninguna parte, y ni siquiera enunciada, sino anunciada, registrada y repetida.Como si yo digo: pie, vientre , boca, uña, llaga, golpear, esperma, seno, tatuaje, comer, nervio, tocar, rodilla, fatiga..."

Agotar el discurso en y por la escritura se presenta aquí como un recurso contradictorio del pensamiento para tocar el cuerpo.No para mostrarlo y menos aún para demostrarlo ya que el cuerpo es evidente, sino para exponerlo, para inscribirlo fuera del discurso.Esto supone escribir el cuerpo hasta volverlo, "excrito", es decir, ajeno a toda significación, marca o escritura.Pues no hay interrupción ni cesación siquiera momentánea del sentido sin excripción (sin abandono del texto sobre sus márgenes), cómo tampoco hay excripción sin escritura.Paradójicamente , resulta que para tocar el cuerpo, para pensarlo, pues, habría que persistir en el acto de escritura, el mismo que lo aleja indefinidamente de los cuerpos.Esta es la paradoja misma y la singularidad de lo que Nancy llama "el tocar".Tocar o tacto que aquí se refiere al toque de escritura por el cual el cuerpo es "excrito" en el discurso, pero que en un sentido más amplio refiere al acto por el cual un cuerpo toca otro cuerpo y es tocado por éste a su vez.

Para Nancy, tocar es siempre tocar un límite.Lo que se toca nunca es la "cosa misma" sino su límite o su borde, la línea divisoria e indivisible entre un adentro y un afuera.(...) El límite es lo intocable.Tocable pero intocable.Tocable pero en modo alguno identificable o apropiable.Otro modo de decir que lo que se toca debe permanecer extraño (retirado, alejado, espaciado).(...)a propósito de esta lógica paradójica, Jacques Derrida escribe:"El objeto, la cosa de lo tocable, es lo intocable".( y a mi me lleva a la lógica paradójica del zen).(...) Lo intocable, remite al tacto o al sentido del tacto que hay que tener para "tocar sin tocar":para poder o saber tocar sin tocar demasiado, ni demasiado poco. Esta medida, sin medida reconocible, afirma a un mismo tiempo el contacto y el no-contacto, la separación y la proximidad que siempre aparecen vinculadas en el acto mismo de tocar.(...) "tocar lo intocable" se intenta resistir al deseo de "apropiación" de lo otro, del otro, del límite del otro cuerpo.

Nada parece menos sustraído a la posibilidad del tacto, a la posibilidad de tocar y de ser tocado, que un cuerpo.Lo característico de un cuerpo, es estar expuesto al "con-tacto" con los otros cuerpos.
(...)
Un cuerpo dice la singularidad, la fuerza y la diferencia que cada cuerpo es.Un cuerpo es una diferencia en la medida en que se diferencia del resto de los cuerpos, y es la existencia plural o la coexistencia de los cuerpos heterogéneos lo que hace de todos y cada uno algo singular e irremplazable.Singular, pues, porque irremplazable y finito.Los cuerpos son "infinitamente finitos".

Asimismo, los cuerpos comparten un mundo, un tener lugar en común o un espacio de existencia.(...).Un cuerpo aislado, incomunicado con el mundo de los cuerpos, ya no sería asimilable a lo que Nancy entiende por "un cuerpo".Bajo la figura improbable de un cuerpo sin afuera, sin relación con ninguna otra cosa más que consigo mismo, sólo volverían a encontrarse las ya conocidas representaciones filosóficas y teológicas de lo absolutamente intocable: individuo-sujeto o Dios.
(...)
Si un cuerpo tiene lugar, lo tiene solamente ahí, en la exposición que lo abre al mundo de los cuerpos.El cuerpo sería eso: lo abierto y lo expuesto."Expuesto.Aquí la exposición es el ser mismo.El cuerpo es el ser-expuesto del ser".

Por vías y accesos diferentes, el cuerpo se auto-ex-pone a un riesgo inevitable y necesario.El riesgo que la exposición supone es el que representa para un cuerpo la presencia extraña del otro cuerpo, del cuerpo diferente, extranjero, o intruso.

(continua)